La sombra



1 – Aquí estoy, aquí siempre he estado

No fueron pocas las razones de Mérida para irse de aquella casa, cada día sentía más y más que Armando la atacaba, se sentía constantemente amenazada, ella veía sus gestos de desagrado cada dos por tres y no sólo de él, también de la gente que vivía en torno a ellos, su suegra, su cuñada, así que no dudó nunca de que hablaban mal de ella a sus espaldas y esto, más que molestarla la hacía sentirse horrible, sucia. Y por supuesto, esta sensación trajo, entre otras consecuencias, la constante impresión de estar siendo juzgada por todas las personas, ¿hasta dónde podía llegar la satánica red del chisme? Iba por la calle y notaba cómo algunas personas la miraban con cierto desdén, algunos comentarios incluso llegaban a sus oídos.

Una batalla encarnizada

9:00 de la noche, la hora perfecta para los ataques tácticos en equipos nocturnos. Los equipos Alpha y Beta esperaban desde el norte las señales del general Docusan, este se encontraba en el sur con el grupo Omega junto al escuadron Pitágoras.

—Ya casi es momento, sólo hay que esperar a que llegue el objetivo e inmediatamente empezaremos con la misión.

El pacto de Sócrates Samer: o La maldición de Borges




No son pocas las cosas que se pueden decir de Jorge Luis Borges, yo para no hacer una extensa lista de logros en sus obras sólo resumiré la genialidad del maestro argentino diciendo: Es el mejor escritor de habla hispana del siglo XX y uno de los mejores escritores de todos los tiempos. Así de simple. Claro, que esta es sólo una opinión, pero lo digo sin que me quede nada por dentro -y sabiendo que ningún lector ni ningún autor que haya leído y disfrutado de alguna de las obras del maestro podrá decir lo contrario sin tropezarse con su necedad-.

Sin embargo, un dato curioso de su obra, que me encantaría puntualizar -ya que es el móvil de este texto- es que él nunca llegó a escribir una novela, tenía su opinión al respecto, que vale la pena revisar, que no lo haremos en este momento, pero la cosa se resume en que para él la forma más contundente de narración era la breve.

Pero papel aguanta todo, por eso presento este cuento como un homenaje al maestro por el aniversario de su muerte -14 de junio de 1986-, una anécdota narrada desde su punto de vista -por supuesto, salvando las diferencias, la maestría y la genialidad, compararnos sería totalmente injusto, sería una hormiga contra el universo, así de simple- contando cómo comenzó a escribir su primera novela, qué ocurrió con ella y por qué luego no volvió a hacerlo. Espero, de todo corazón, que sea de su completo agrado.

El secreto de los grandes




 Mi nombre es François Grendiar desde pequeño me maravilló la lectura, he leído muchas novelas, cuentos, poemas, odas, etcétera. Todos esos géneros literarios me han hecho el hombre que soy actualmente. A pesar de haber leído al gran Víctor Hugo, al maestro Cervantes, de sentir el terror gracias a Poe y Stephen King, de tener intriga gracias a Katzenbach, Agatha Christie y Sir Arthur Conan Doyle, de observar el futuro en la mente mientras leía a Asimov y Orson Scott Card, de pensar en las eras medievales junto a mitologías legendarias gracias a C.S Lewis, Sapkowski y Tolkien y muchos otros grandes escritores. Mi pasión por la literatura la despertó mi gran héroe desde niño, el hombre que contó que era posible darle la vuelta al mundo en 80 días, viajar al centro de la Tierra, crear un submarino capaz de ir a las vastas profundidades inexploradas de el mar que cubre de azul gran parte de la Tierra y muchas otras grandes aventuras, el legendario Jules Verne, maestrísimo, honorable, distinguido y genial. Desde pequeño me maravillé por su narrativa e imaginación, para haber nacido en la época que nació creó historias impresionantes para su época. Vivo en pleno 2020, justo en Mayo, el coronavirus esta en su mayor apogeo y el tiempo conforme va avanzando no deja de lanzar nuevas sorpresas cada mes.

El escritor



El 11 de junio de 1936 murió Robert E. Howard, uno de los escritores de ficción más importantes e influyentes del siglo XX en el género de la fantasía. Pero el tiempo ha sido ingrato, no otorgándole el sitial de honor que merece, como sí ha pasado con otros escritores coetáneos -que también revisaban este tipo de géneros- como lo fueron H. P. Lovecraft y J. R. R. Tolkien, relegándolo a poco más que un autor meramente referencial al momento de hablar del género de la fantasía y del misterio.

     Conocido, principalmente, por sus personajes más célebres: Conan y Solomon Kane -este último en menor grado-. Formó parte del círculo de Lovecraft, publicando obras que enriquecieron la narrativa del horror cósmico, así como otra serie de historias fantásticas, épicas, misteriosas y de aventura. Una narración fluída y una prosa muy gráfica -y preciosista en muchos momentos-, son características destacables de su fascinante estilo.

     Por lo antes mencionado, por ser uno de los escritores más me gustan -a nivel personal- y por mucho más, decidí escribir este cuento como tributo y homenaje, en el memorial de su muerte y también un artículo donde explicaré las referencias e influencias que presenté en este cuento. Sin más que agregar, espero que disfruten.

~Currutaco

Perla y las putas del 08



Dedicado a mi amado amigo: El valiente


Este relato está basado en hechos reales, los nombres de los personajes han sido cambiados para proteger la identidad de los mismos.

Acordes mortales



La magnanimidad en la que está envuelta la música surge de las emociones que sentimos e incluso expresamos cuando la escuchamos, ya sea de cualquier género, sentimos cómo cada palabra y cada nota musical recorre nuestro cuerpo, cómo fluye la emoción, la tristeza, la molestia, la melancolía y toda clase de sensación que logremos captar a través del disfrute de la melodía.

El buzón del lunes



Londres, 2 de marzo de 1975


Valentina,


Hermana amada, aquí estoy, como cada domingo, te escribo para contarte mi semana, esta ha sido una de las más locas que he vivido nunca, tengo miedo de salir, quisiera quedarme en casa y no hacer nada, dedicarme sólo a leer y escuchar música...

Llevando a la Muerte en cuatro



Segundo día. Lunes 28 de junio.

El miedo es fatídico, te hace prever algún tipo de desgracia que pudiese ocurrir relacionado con lo que temes, si lo ves o lo piensas, entonces no era miedo.

     Raro, te hace pensar que algo no encaja, sientes que tú mismo no deberías estar ahí, o te das cuenta que lo que percibes no es común, no, tampoco era Raro.

Vicios mortales y otros peores

Nota previa: Esta semana yo iba a subir un cuento texto "La hora hora de los perros", pero hay planes distintos para dicha obra. Pero por la dinámica de la página no podía dejar de publicar un texto, así que dejo este que escribí hace un tiempo.



La decisión fue tomada hace siete años… la cosecha de una semilla sembrada hace veintidós… y ahora es momento de recoger el fruto prohibido y comerlo…”, recitó a la nada mientras sostenía la pala en sus manos y calculaba el lugar en dónde comenzar a cavar, clavó la herramienta en la tierra y continuó “… la espera fue eterna porque la musa estaba accidentada… pero heme aquí, que a tu lado estaré… luego de que me una a tu fuego gitano…”. Cuando terminó de cavar el hoyo, a unos cincuenta o sesenta metros de la morada, regresó y se encerró.

     Inundó el recinto indiscriminadamente con el combustible, luego se bañó a sí mismo, cogió un libro que tenía el nombre del autor en su portada rayado con un objeto filoso; entonces: le dio fuego, luego al lugar y finalmente a sí mismo…

El niño



¡BRONDIER!... ¡SEÑORITO BRONDIER! —escuchó de repente Angus, este se despertó sobresaltado y se quedó mirando a Malgadis, la profesora de 6to grado de educación primaria, como si quisiera asegurarse de que lo que estaba observando era la realidad— No tolero que nadie en mi clase se duerma y menos cuando estoy haciendo preguntas —Angus abrió la boca como tratando de decir algo, pero lo único que consiguió fue unos extraños ruidos— Pregunté, ¿qué piensan ustedes sobre las drogas?

     Angus vio a todos lados con incredulidad, sus compañeros veían extrañados cómo tenía en la cara una expresión de sorpresa, estaba un poco pálido y mostraba señales de que no sabía que hacía ahí. Pareció recobrar la compostura un poco y cerro la boca, respiró profundo y luego dejó salir el aire acumulado en sus pulmones, pensó por un momento «Funcionó» y luego empezó a hablar: